Boca Juniors, en su momento más crítico de los últimos años, afrontará un choque de altísimo riesgo cuando reciba mañana al Corinthians en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.
En este encuentro, que reeditará la final del año pasado, el Corinthians llega como ganador del grupo 5, con 13 puntos producto de 4 victorias, 1 empate y 1 derrota, mientras que Boca sufrió demasiado para avanzar como escolta del Nacional uruguayo en el grupo 1, tras obtener 3 triunfos y sufrir 3 caídas.
La realidad de ambos quedó expuesta en los partidos del fin de semana pasado, en el que Boca perdió 1-0 con Estudiantes, un rival que llevaba 11 partidos sin ganar, y retrocedió al antepenúltimo puesto del torneo Final, en cambio el Corinthians arrasó 4-0 a Ponte Preta y avanzó a la semifinal del campeonato paulista.
Carlos Bianchi, el entrenador más exitoso de la historia del conjunto argentino con nueve títulos y una racha de 40 partidos sin perder entre 1998 y 1999, desde el domingo pasado acumuló otro récord, pero negativo ya que alcanzó diez partidos consecutivos sin lograr victorias e igualó la marca de 1957.
Lejos de la pelea por el torneo local, Boca apuesta todos sus esfuerzos a ganar la Copa Libertadores, aunque para ello deberá mejorar el nivel futbolístico exhibido hasta el momento y consolidar su defensa ya que enfrentará a un adversario de categoría, que cuenta en el ataque con la jerarquía de Paolo Guerrero y Alexander Pato.
La gran duda del local pasa por la presencia de su capitán Juan Román Riquelme, quien se está recuperado de un desgarro en el muslo izquierdo sufrido la semana pasada ante Belgrano, por la décima fecha del torneo Final
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